El riesgo de los caudillos que llega a Chile.

Latinoamérica ha sufrido sus peores crisis por causa de los caudillos que han aprovechado las épocas de efervescencia social para imponer las dictaduras de las mayorías descontentas, provocando etapas de deterioro que principalmente han afectado a los más pobres.
Pancho Villa en México quizás haya avanzado en algo con sus demandas, pero luego tenemos los peores ejemplos, empezando por Perón en Argentina, Fidel Castro en Cuba entre otros, hasta los peores días que vive Venezuela por culpa de Chávez.
El origen fue siempre el mismo: provocar la creencia de que todas las Instituciones estaban completamente destruidas, corrompidas o eran contrarias a las necesidades del pueblo. De esta manera se barre con todo y se establece un caudillo que capitaliza el descontento general y promete fundar el paraíso terrenal.
El resultado ha sido el mismo: ruina fiscal, destrucción de la propiedad e iniciativa privada y empobrecimiento general, principalmente miseria para los más débiles y desposeídos.
Entonces, la propuesta antisistema de Marco Enríquez Ominami seguida servilmente por Eduardo Frei de romper con todos los partidos que han soportado los Gobiernos de la Concertación, a la que él mismo pertenece, buscando desesperadamente los votos, e incluso algunos síntomas en Sebastián Piñera de ceder a un aumento del Estado, nos ponen con gran riesgo frente a una tentación electoral que sólo demuestra la ambición de poder desmedida e interesada, que con desesperación mueve a estos políticos, que los muestra como pobres de ideas y que no dudan en traicionar incluso su propia casa ideológica para seducir con cantos de sirena a un electorado que los mira con distancia creciente.
Nadie puede respaldar a un Presidente que se mueve exclusivamente con fines populistas elecotrales.
Esto es la decadencia de la clase política. Follow @RLlanosC