miércoles, 19 de enero de 2011

El Fracaso de Harold Myne Nicholls y su salida de la ANFP.

Desde que Jorge Segovia ganó las elecciones de la ANFP, se ha desatado una amplia discusión sobre la exitosa gestión de Harold Myne Nicholls al frente de la ANFP y lo oscuro de su salida.
Desde siempre mi impresión ha sido que esta elección corresponde exclusivamente al ámbito gremial, donde los clubes miembros tienen el legítimo derecho a elegir las autoridades que mejor conduzcan sus intereses, los que evidentemente tienen un fin comercial, ya que son las S.A. que controlan los clubes quienes deben asumir el riesgo financiero de mantener una actividad que mientras fue conducida con la pasión del hincha, sólo generó pérdidas y abusos con los principales involucrados, los propios futbolistas, ya que la pasión de los dirigentes, la misma de los hinchas, los encerró en largos períodos sin cobrar sueldos y un sin fin de violaciones a sus derechos laborales.
Al perder por segunda vez la elección, el directorio saliente de la ANFP, dirigido por Harold Myne Nicholls pagó en el último mes, millonarias asesorías a miembros de su Directorio en la ANFP y finiquitos a sus Ejecutivos, los mismos con quienes creará una fundación.
Además dejó un contrato con Marcelo Bielsa de $1.270 millones y con Bonini de $344 millones anuales. Este contrato le garantiza un precio dólar mínimo $524.- si consideramos que hoy el Dólar en Chile, que tiene una política cambiaría libre, está en $ 490.-, Bielsa tiene un sueldo además de alto, subsidiado en $ 34.- por dólar. Sale sólo el comparar a los exportadores en Chile, que son motores de la economía y generadores de empleo quienes no tienen la suerte de tener a HMN como protector.
Finalmente el Directorio saliente dejó la cta.cte. Bancaria de la ANFP en $0.- y un déficit $3.640.- millones, y como no era presentable, culpó al DIrectorio anterior del célebre "Don Choco" que se fue hace más de 4 años que se supone fueron "exitosos".
El valor presente de esta inversión es negativo y los activos cuantificables como valor económico y deportivo, relativo a los triunfos en cancha, de la Selección o del pase de sus jugadores no favorece a los inversionistas de la actividad, quienes en una acto democrático e insisto, gremial, decidieron sacar a este mal administrador.
Es entendible la reacción ignorante de la masa y del sensacionalismo que lo ha promocionado, pero puesto en el análisis desapacionado, tiene una sólida base para el resultado que se dio. La salida de un Directorio que fracasó en su gestión.

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